Todos los días escucho a las personas quejarse de que están cansadas de la rutina, aburridas, dando vueltas siempre sobre las mismas cosas. Dentro de las actividades que hacemos a diario y no podemos modificar es el viaje que nos lleva y trae de casa al trabajo y viceversa. El mismo horario, el mismo medio de transporte, el mismo recorrido y hasta a veces el mismo chofer y los mismos pasajeros. Si prestamos atención a los rostros de quienes viajan con nosotros notas la mirada perdida, cansada, muchos durmiendo o escuchando –la misma- música de siempre.
Pero hay un
pequeño porcentaje que va concentradísimo en algo, motivo por el cual a veces
se pasa de la parada en que tenía que bajarse o se pierde de algún
acontecimiento ocurrido en el transporte o afuera. Yo me incluyo en ese pequeño
grupo que vamos leyendo libros, inmersos en una historia, viviendo otra
realidad, viajando por otro paisaje y recorriendo otro camino que el que está
recorriendo mi cuerpo. El viaje se pasa volando, si se demoró más o menos que otras
veces por problemas de tránsito muchas veces ni me entero. Y el placer que
genera conocer otras historias, contadas de tantas maneras diferentes no se
compara para nada con ir mirando –las mismas- vidrieras todos los santos días.
Cada cuadra recorrida es una página nueva que va quedando atrás. Una historia
más que se va develando.
Por eso es que
propongo que capitalicemos nuestro tiempo en leer lo que más nos gusta, libros,
revistas, lo que sea, pero aprovechemos el tiempo que parece perdido en algo que
nos deje riqueza. Una buena lectura. Hoy, tanto a la ida como a la vuelta, éramos
dos leyendo. ¡Seamos más!
Gran verdad!! lastima que me mareo si leo en el bondi!!! Por eso, lo dejo para la noche (antes de dormir) - Naty Hernandez
ResponderEliminarUh, eso si que es un garrón!!! Pero lees a la noche, eso es lo importante! :)
Eliminarah el placer de la lectura!!!! impecable su relato señorita productora de radio.........una vez más el ADN cósmico nos une.........cuántos universos paralelos o alternativos he visitado en las horas de ir o volver del trabajo........ese viaje fuera de ruta, fuera de horarios o de tráfico de hora pico........creo que uno nace lector, ese maravilloso gusto por el olor a libro, dar vuelta una página viene en la sangre, en el corazón, en el alma!!!!
ResponderEliminarte quiero hijuchi lectora!!!!
Para estar a tono como mi publicación: la lectura es un gran viaje de la mente!!! Y si, se lleva en la sangre y en el ADN cósmico, jeje! Muchas gracias mamucha, yo te quiero más!
Eliminaradmiro la gente que puede leer en el transporte público !!! el 98% de mis intentos fueron un fracaso ! mucha gente y no encuentro la forma de no molestar. Priorizo más respetar el lugar que puede ocupar otro que mis ganas de leer. El 2% que no mencioné fueron las veces que conseguí asiento, jajaja!
ResponderEliminarJa! No me preguntes cómo pero en estos más de 10 años de ir y venir en subte y colectivo aprendí a manejar el equilibrio de una manera particular, por lo que no se me hace difícil ir con un libro en la mano y con la otra sostenerme, y eso que desde acá abajo no es fácil sostenerse así nomás... =P
EliminarBellísimo.
ResponderEliminarHay movimientos que no requieren desplazamiento, se trata de recorridos internos que no se miden por distancia, sino por niveles de intensidad...