miércoles, 8 de junio de 2016

Sueño de un pasaje nocturno

Hace un rato soñé que iba caminando por la calle y pasaba por uno de los extremos de un pasaje muy cortito, cuando digo muy cortito digo unos 10 o 15 metros, no más, con ladrillos a la vista, adoquines, un farol en la mitad y otro al final del mismo y una pequeña desviación que lo hacía formar una S. Era hermoso. Una postal.
En el sueño automáticamente sacaba la cámara de fotos, la encendía, ajustaba los valores y cuando estaba encuadrando la toma se cruza un hombre que se apoya en una pared quedándome de espaldas y se pone a mirar su celular. Me acerco a pedirle si se corre para dejarme sacar la foto y se niega con total vehemencia. Se lo suplico y no hay caso, se me ríe diciendo que la calle es pública y que él puede ponerse donde quiere. Al instante el pasaje que estaba solitario y reflejaba el amarillo de las luces de los faroles en los adoquines, se empezó a llenar de gente que iba y venía. Perdió el encanto y un poco la belleza. Mucho ruido. Poca contemplación. Apuro.

Me quedé un rato más y la escena no cambiaba. Guardé la cámara y me fui.

Me desperté recordando el sueño intacto, me reí porque esa situación es parte de la historia de mi vida. Miles de fotos "me perdí" por que un lugar que estaba esperándome para ser fotografiado, cuando lo descubro se llena de gente y pierde su esencia y su gracia. Pero después de reírme me llamó la atención que una situación que me pasa a diario también se repita en un sueño. Quizá sea una señal. Señal de que cada uno tiene un don especial, el mío será ver momentos que otros no ven. Y que por ahí no es ocasión de compartirlos sino para guardarlos en mis retinas.

La imagen está intacta en mi mente, ese pasaje no me lo olvido más, se que la foto sería vertical, de noche, con baja velocidad para que las luces de los faroles puedan salir reflejadas en los adoquines. Algo me dice que ese pasaje existe y nos vamos a encontrar. Solo es cuestión de tiempo. De saber esperar.

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